Presentaron en Concordia un sistema alternativo para el tratamiento de líquidos cloacales
Dos especialistas visitaron la ciudad invitados por el Centro de Comercio. La firma a la que representan, de origen alemán, ha construido plantas de tratamiento en localidades de Chubut y Córdoba, aprovechando las bondades de un vegetal denominado carrizo, que abunda también en nuestra zona.
Ante la imperiosa necesidad de que Concordia y las demás localidades ribereñas de la región cuenten con plantas de tratamiento de efluentes cloacales que frenen la contaminación del Río Uruguay, el Centro de Comercio invitó a dos especialistas de la empresa Eko Plant, para que explicaran el novedoso sistema que emplean, basado en los llamados "filtros fitoterrestres".
En una reunión presidida por el presidente del Centro, Horacio Fratichelli, y el tesorero Walter Kleiman, los representantes de la firma de origen alemán, Daniel González y Ing. Henning Schiller, brindaron precisiones sobre la planta que han puesto en funcionamiento en la localidad argentina de Esquel.
Entre otros, asistieron al encuentro el Contador Gustavo Labriola y el Ing. Carlos Víctor, responsables del Ente Descentralizado de Obras Sanitarias; el Ing. Jorge Gerard, del Área de Desarrollo de Cafesg, y el profesional de este organismo Gustavo Larenze y por la Comisión Técnica Mixta el Bioquímico Carlos López. También se encontraba presente representando a FEDAJE (Federación Argentina de Jóvenes Empresarios) Marcos Libardoni
Los filtros fitoterrestres, que utiliza Eko Plant para el tratado de los efluentes cloacales urbanos, se basan en el aprovechamiento de un vegetal llamado Carrizo, cuyos rizomas hacen las veces de un verdadero laboratorio natural.
Las aguas residuales pretratadas atraviesan horizontalmente un cuerpo de suelo enraizado con carrizos. Por medio de la simbiosis creada entre plantas, suelo y numerosos microorganismos que en él habitan, se produce la degradación de las sustancias contaminantes.
Entre las ventajas de este sistema, los profesionales destacaron que los costos de inversión y mantenimiento son menores que en las plantas de tratamiento convencionales. También resaltaron que los carrizos permiten un desarrollo en módulos, lo que facilita la ampliación progresiva, y que su vida útil no tiene límites.
La planta de Esquel requirió la ocupación de aproximadamente seis hectáreas, en función de una población de 50.000 habitantes. En el diálogo entre los especialistas y los funcionarios de Cafesg y del EDOS, se consideró una dificultad del sistema la gran superficie que requeriría una planta de tratamiento de efluentes cloacales para Concordia, que contemple no solo su actual población si no también su crecimiento demográfico.
A manera de hipótesis, se especuló sobre la posibilidad de desarrollar plantas menores, que atiendan a zonas determinadas del núcleo urbano, como La Bianca, Villa Zorraquín y Villa Adela.
La reunión también sirvió para poner en evidencia una condición necesaria para el buen funcionamiento de las plantas de tratamiento de residuos cloacales urbanos: los buenos hábitos de los ciudadanos, de modo tal que a la red cloacal sólo sean arrojados los elementos permitidos.
A modo de ejemplo, los ingenieros de Eko Plant relataron que en Esquel debieron asesorar a un frigorífico que faenaba ganado ovino, ya que enviaba a las cloacas la sangre y las vísceras de los animales. También mencionaron el frecuente hallazgo de fetos humanos.
De igual modo, hicieron notar un problema que también padece Concordia: las conexiones de desagües pluviales a la cloaca, que acrecientan el caudal y dificultan su tratamiento, especialmente en épocas de lluvias.
Preocupación por el lago
Las autoridades del Centro de Comercio llevaron a ambos profesionales a recorrer la ciudad, y especialmente el lago de salto grande, con el interés puesto en que pudieran aportar su opinión sobre la forma de afrontar el problema de las algas.
El tema también fue abordado en la reunión posterior en la sede de la entidad. Entre los presentes, se insistió en que el problema sólo podrá salvarse si se pone freno aguas arriba al volcado sobre el río y el lago de sustancias que favorecen la proliferación de algas.
Los especialistas consideraron que semejante objetivo es difícil de alcanzar, y que, si se lo lograse, la recuperación del lago demandaría otros veinte años.
Al terminar el encuentro, quedó como asignatura pendiente, evaluar la posibilidad de que los carrizales pudieran ser de utilidad para limitar el avance de las algas.