También uno no deja de tener preocupación por las economías regionales”, precisó Walter Kleiman, presidente del Centro de Comercio e Industria. Trazó un escenario económico marcado por un clima de incertidumbre.

El titular del Centro de Comercio sostuvo que “sin duda la actividad comercial de la ciudad traduce lo que ocurre con las economías regionales. Cuando no anda el arroz, la madera, el citrus, el arándano se ve reflejado en la actividad comercial”, afirmó.

Nota que Concordia es sensible al desempeño del sector privado “fundamentalmente porque a diferencia de otras grandes ciudades, Concordia es una ciudad con mucha actividad privada, no tanto pública como la capital (Paraná). Es de esperar que algunas economías regionales empiecen a levantar y sin duda mejorará la actividad comercial”.

La transferencia de ingresos del Estado a la población de menores recursos, a través de distintos programas sociales, y su destino al mercado interno podría no ser suficiente.

“Más allá de los planes sociales, necesarios para mantener el bienestar de la gente que los necesita, la actividad comercial plena está dada por las economías regionales”, señaló. La mayor parte de los ingresos del comercio se encuentra asociada al desempeño del sector productivo.

Puso a su vez el acento en el rubro esparcimiento. “A Concordia también la moviliza la actividad turística y si bien ha crecido mucho en turismo, palpo una meseta y cuesta sostenerse arriba. Por eso, justamente hay que seguir promoviendo el turismo”, enfatizó. Al tiempo que valoró las actividades desarrolladas el viernes pasado en el Centro de Convenciones cuyo foco es el turismo de reuniones, congresos y eventos de “gran magnitud para sostener la actividad turística durante la semana”.

En tren de encontrar una explicación a las fluctuaciones en el consumo, la inflación, las prevenciones en tiempos electorales y su correlato en el control de gastos, Kleiman agregó un ingrediente: la incertidumbre. “Cuando empieza a decaer la actividad económica también hay muchos que se preocupan por el trabajo, entonces uno tiende a tratar de diferir sus gastos. Pero, fundamentalmente, la sensación que hay pasa por el decaimiento de las economías regionales”.

Ante la escasez de estadísticas, el dirigente tomó como parámetro la recaudación difundida por Economía y Hacienda de la Municipalidad. Y si bien admitió que “todavía falta -hay que ver cómo termina el mes con los números exactos- da la sensación de que agosto ha sido un mes de no mucha actividad mercantil. Sumado a las condiciones climáticas con muchas lluvias ha sido un mes muy tranquilo”.

La evolución de tasa comercial sirve de “termómetro; a veces no va ligada a la actividad porque depende de grandes empresas, pero es un sensor para ver cómo van los números en cuanto a la recaudación”.

Aunque sin rigor, también se nutre del pulso que da la calle. “Los comentarios, el boca a boca entre comerciantes; por la actividad realmente están todos con mucha preocupación”, observó.

Cuenta que en conversaciones informales con colegas surge la problemática de las economías regionales y su incidencia no sólo en el empleo directo, sino indirecto.

En ese sentido, las empresas más afectadas son aquellas dedicadas a la venta de repuestos, reparación y mantenimiento de maquinaria dedicada a la producción. “Y obviamente el asalariado que va directamente al comercio y consume. Algunos han perdido el trabajo y otros están con la incertidumbre de poder perderlo. Entonces eso genera desconfianza y se cuidan en sus gastos”.

También, las firmas vinculadas a la exportación sienten el impacto del parate de algunas empresas locales.

Remarcó que las pymes vinculadas a las economías regionales constituyen el motor económico y las generadoras de trabajo genuino. Sucede en “todo el interior del país y Concordia no es ajena”. En tanto, la desaceleración del proceso inflacionario “es bueno, sin duda, pero preocupa un poco la falta de actividad”.